Soy Noelia Lillo, psicóloga que da vida a este proyecto. Un proyecto resultante del vuelco que la maternidad ha dado a mi vida personal y profesional. Un espacio que se ha ido gestando poco a poco con mucho amor y en el que deseo que encuentres lo que necesitas.
Aquí descubrirás todo lo que puedes trabajar conmigo, dónde encontrarme y leer sobre temas relacionados con la psicología, la maternidad y la crianza.
Tal vez alguien te ha recomendado contactar conmigo, o quizá simplemente has buscado profesionales cerca de casa. Sea cual sea el camino, estás aquí. Y eso solo puede significar una cosa: te apetece iniciar un cambio conmigo.
Puede que quieras trabajar tus emociones, o que te acompañe en tu proceso de crecimiento personal. Quizá te encuentras inmersa en la maternidad y necesitas apoyo en esta intensa etapa. Tal vez lo que estás buscando sea fortalecer el vínculo con tu bebé y te apetece aprender el masaje infantil. También es posible que hayas llegado a mí para conseguir el estilo de crianza que necesitan tus hijos e hijas (te adelanto que sólo hay uno, el de la crianza respetuosa) o trabajar sobre tu relación de pareja.
Estos son algunos ejemplos de lo que puede empezar hoy mismo si te apetece dar el salto a la acción de mi mano. Una mano que te acompañará para que tú misma/o encuentres la forma de sentirte bien y conseguir tus objetivos. El camino lo andarás tú, yo solo estaré ahí para iluminarlo cuando sea necesario.
¿Empezamos?
Mi nombre es Noelia, soy de Barcelona y resido en El Vendrell.
Hasta antes de ser madre, me presentaba como psicóloga y terapeuta de pareja. En 2016 eso cambió ya que, con la llegada de mi pequeña, llegó la revolución a mi vida personal y a la profesional.
Desde pequeña tuve clara mi vocación: quería ayudar a las personas. Por mi forma de ser, siempre me habían llamado la atención las profesiones de cuidado del otro, pero fue cuando tenía 12-13 años al ver una película en la tele en la que un psiquiatra ayudaba a una joven a superar una situación traumática, cuando me dije a mí misma que quería ser útil a los demás y acompañarles en sus procesos vitales. Y a día de hoy, debo reconocer que he encontrado una nueva psicología que me gusta mucho más que la que aprendí en su día y que hace que me enamore de mi trabajo cada vez más. Una psicología centrada en la persona, en su historia y sus fortalezas y no tanto en el síntoma y la patología.
Una psicología que supone un acompañamiento hacia el crecimiento personal y el equilibrio emocional. Una psicología en la que yo también crezco y aprendo de las personas a las que acompaño.
Siempre he sido una persona apasionada por el aprendizaje continuo, por lo que, desde que me licencié en Psicología en 2011, no he dejado de formarme, es una constante en mi vida. Decidí empezar por especializarme en psicología infanto-juvenil, a lo que siguió la formación en terapia de pareja y en psicología clínica.
Desde poco después de licenciarme, empecé a ejercer como psicóloga en diferentes centros y consultas privadas, ayudando a niños y niñas, adolescentes, adultos/as, parejas y familias a conseguir sus objetivos, mejorar su calidad de vida o aprender a relacionarse de otras maneras.
Cuando mi hija llegó a mi vida, y tras las diferentes experiencias vividas en el embarazo y el parto (algunas maravillosas, otras no tanto) me reafirmé en que no me gustaba en absoluto la forma de tratar a los niños y niñas que todavía se estila, y que no era un modelo de crianza que quisiera para ella ni para las familias con las que trabajo. Por este motivo, empecé a formarme en crianza respetuosapara poder aportar mi granito de arena al cambio que la sociedad necesita. Porque siempre digo lo mismo: si queremos adultos/as sanos/as emocionalmente, debemos criar niños y niñas felices y respetados/as. Y la única manera de conseguirlo es cambiando la mirada en la crianza, dejando de poner el foco en nosotros/as como adultos/as y poniéndolo en las criaturas.
En este sentido, formarme como educadora de masaje infantilcertificada por la IAIM (Asociación internacional de masaje infantil) me ha brindado una nueva herramienta para ayudar a mamás y papás a fortalecer el vínculo con sus bebés, a conocerse mejor y a disfrutar de la ma/paternidad de una forma nueva.
Otro de los planteamientos que me hice con mi maternidad fue la forma en la que llegamos al mundo, a veces tan fría, poco respetada, sin tener en cuenta las necesidades de las mujeres y los bebés. Esto me llevó a formarme como doula y psicóloga perinatal, para poder acompañar a las mujeres en las luces y sombras de este camino, recordarles que estamos diseñadas para gestar, parir y lactar, que somos capaces de hacerlo (aunque en ocasiones necesitemos una ayuda extra o pueda haber causa médica que requiera intervención) y para poder brindarles la información que necesitan, para tomar decisiones informadas (siempre desde la base científica), libres de miedos y poder luchar de esta forma contra la violencia obstétrica.
A nivel profesional tengo dos objetivos fundamentales: la prevención, al aportar mi granito de arena al cambio de mirada en las primeras etapas de la vida, cuidando a las madres y padres para que puedan cuidar y así sentar las bases de una adecuada vinculación con el bebé y la posterior crianza, y la intervención centrada en la resiliencia de las personas para poder ayudar a aquellas que, resultado de la sociedad en la que vivimos, de la educación recibida o de las experiencias vividas, se encuentran inmersas en un desencanto con la vida, con sintomatología que interfiere en su día a día, etc.
A día de hoy sigo en constante formación, con muchos cursos en mi lista de espera con el objetivo de ofrecerte las mejores herramientas (siempre basadas en la evidencia científica) y mi acompañamiento cercano y empático. Así que, si sientes que puedo ayudarte, estaré encantada de hacerlo.